La historia del té se remonta nada menos que al año 3000 a.c. cuando los chinos comenzaron a cultivarlo con fines medicinales, ya que ayudaba a prevenir y mejorar dolencias (dolores de cabeza, eliminar toxinas y prolongar la juventud).
Se ha comprobado que el té contiene altos niveles de polifenoles, que tienen propiedades antioxidantes (flavoniodes), anticancerigenas(catequinas)y antibioticas.
El té también contiene taninos que tienen propiedades astringentes (útiles para tratar la diarrea, cicatrizar heridas...muy útil esta propiedad en cosmética, como tónico facial o tratamientos en cuero cabelludo graso) Pero interfieren en la absorción de hierro, por lo que puede causar anemias.
Es estimulante del sistema nervioso por su contenido en cafeína (ayuda a combatir la sensación de cansancio, somnolencia y fatiga mental), pose acción diurética (y así estimula la eliminación de toxinas y evita la retención de líquidos)
El extracto de te verde ejerce una acción positiva en el metabolismo y colabora en la perdida de grasa corporal, ya que los polifenoles que ayudan a que nuestro cuerpo segregue noradrenalina, que quema grasa para obtener energía y junto con la acción estimulante de la cafeína es un aliado perfecto para bajar de peso.
Por su contenido en flúor ayuda a prevenir las caries.
Como podéis observar, el consumo de este té es muy beneficioso para la salud, y una alternativa sana por la que sustituir los refrescos azucarados, es una bebida deliciosa tanto en frío como en caliente, que podemos combinar con limón, con menta, con canela... lo que más nos guste!
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