8 de octubre de 2016

Vacaciones en Roma: Foro Romano y Trastévere

Hola a todos!!!  Ya os conté todo sobre la llegada a la ciudad y nuestra visita al Vaticano y Castillo de San Angelo.

La tercera mañana ya tocaba ver el auténtico espíritu de la ciudad!! Las ruinas! Con la Roma Pass la entrada a los dos primeros monumentos era gratuita, así que como el día anterior visitamos el castillo de San Angelo con la tarjeta, todavía nos quedaba un pase gratis que reservábamos para el conjunto Foro romano / Palatino / Coliseo, que cuentan los tres como único monumento.


Sin la Roma Pass, la entrada al conjunto cuesta 12€ y los horarios de acceso van desde las 8:30 de la mañana hasta una hora antes de la puesta de sol (entre las 17:30 y las 19:30 dependiendo de la época del año). Otro dato importante es que sin la tarjeta, el billete de entrada tiene validez durante dos días.



Os recomiendo que visitéis primero el Foro Romano, ya que para la entrada al Coliseo suele haber más cola.

La entrada al foro Romano se encuentra frente a las ruinas del mercado de Trajano, cruzando la calle. Una vez allí podéis acceder directamente a la entrada del recinto sin pasar pos taquilla (Nosotros esperamos la cola en taquilla pensando que tenían que validarnos la entrada con la tarjeta, pero nos dijeron que no es necesario, que pasáramos directamente a la entrada y allí enseñemos la tarjeta, lo cual nos pareció muy raro porque simplemente con enseñarla no se sabe si es la primera, segunda o tercera visita ya que todos los movimientos quedan registrados a través del código de barras de la Roma Pass)

Una vez dentro, no existe un recorrido oficial, tampoco os entregan un mapa de como recorrerlo, aunque sí que podéis alquilar una audioguía que os explique por 4€. Nosotros hicimos nuestro recorrido en base a lo que teníamos en la guía y en el mapa que nos traíamos de fuera.


El foro Romano es el lugar donde se desarrollaba toda la vida de la ciudad, ahora ya solo quedan algunas fachadas en pie, pero es bonito pasear entre las ruinas imaginándose como era el lugar, imaginando la vida social, el comercio, la política...  Es inevitable no acordarse de tantas películas que hemos visto basadas en el imperio romano, mientras caminas entre los restos de los templos.

Del Foro Romano lo más importante es que no nos queden sin ver monumentos tan interesantes como:
- La Curia Romana, donde se reunía el senado.
- La Casa de las Vestales, donde vivían las mujeres más hermosas ofrecidas a los dioses.
- La basílicas de Julia, la de Emilia y la de Majencio.
- El Templo de Julio César, donde se conserva todavía el altar en el que fue incinerado.
- El famoso templo de Cástor y Pólux, con las tres columnas que se ven en todas las fotos del Foro.
- Los arcos de Tito y de Constantino.
- La Rostra o tribuna.


Cerca de cada monumento importante encontraréis un cartel explicativo de lo que estáis viendo y de como era en aquella época.

El Palatino, situado en la parte alta del foro era donde se se encontraba la residencia imperial. Tiene menos interés que el foro pero tiene mucha importancia y muy buenas vistas desde sus miradores.

De las construcciones del Palatino cabe destacar la casa de Augusto, la casa de Livia, las cabañas de Rómulo, los jardines y las maravillosas vistas que se tiene al circo Máximo, el estadio deportivo en el que se celebraban las carreras de cuádrigas de la película Ben Hur.

Antes de continuar con la visita al Coliseo, como hay que abandonar el foro para acceder al Coliseo, decidimos parar para comer. Alrededor del esta zona hay muchos puestos de comida, pero suelen ser muy caros así que fuimos un poco hacia atrás y volvimos a la calle de nuestro hotel, a la via Cavour, donde sabíamos que había una tiendecita que además vendía pizza al taglio (al corte).

A la vuelta, de camino al Coliseo, paramos a visitar la iglesia de San Pietro in Vincoli, toda una experiencia ya que desde Cavour se accede subiendo unas escaleras y pasando un túnel, donde estaba un violinista y tocaba la canción de la película Doctor Zhivago, este detalle convierte este pequeño paseo en un recuerdo inolvidable para nosotros!!

En esta iglesia, lo más destacado es la escultura del Moisés de Miguel Ángel, con las tablas de la lei bajo el brazo, al fondo de la capilla a la derecha. Tambíen es conocida por albergar las cadenas con las que ataron a San Pedro durante su encarcelamiento en Jerusalén. Estas se encuentran guardadas en un relicario bajo el altar mayor y cuenta la leyenda que estas cadenas, en un principio rotas, se entregaron como obsequio al Papa León I, y cuando las recibió, las cadenas se unieron milagrosamente.


Para entrar al Coliseo no tuvimos que esperar demasiado, ya que la cola de personas se va organizando en grupos y visitas individuales, y una vez ahí llegas a un punto en el que o vas a las taquillas o entras por tener ya tu entrada o tarjeta. Aquí si se registró la entrada leyendo el código de la tarjeta.

La visita sin guía, nos permite acceder a la planta de entrada y a las dos superiores, para bajar a la arena o visitar las plantas más altas debe contratarse un guía experto.

El Coliseo es el símbolo de Roma, la ciudad eterna, originalmente conocido como anfiteatro Flavio,  declarado patrimonio de la humanidad en 1980 y considerada una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno.

Tenia aforo para unas 50.000 personas y 80 filas de gradas en las que se estratificaba la sociedad. Cuanto más arriba se estaba, menos estatus social se tenía, estando al borde de la arena el emperador y luego los senadores.

Además de las famosas peleas de gladiadores, en el Coliseo se celebraban también obras de teatro, ejecuciones, caza de animales y hasta espectáculos navales

La arena como tal, se compone de una plataforma recubierta de madera, pero bajo esta había un enrejado de túneles, mecanismos de trampillas y drenaje de agua y mazmorras donde se alojaba a las fieras y a los gladiadores.


Cuando salimos del Coliseo serían aproximadamente las 5 de la tarde, aún quedaba mucho día por delante así que nos acercamos a Trastévere dando un paseo desde la parte de arriba del foro, el Campidoglio, donde se encuentran los museos capitolinos.

Desde ahí, bajando las escaleras, en la Vía del Teatro di Marcello, nos encontramos con el teatro con el mismo nombre, y más abajo llegamos a la plaza de la boca de la veritá, donde está el templo de Portuno y el templo de Hércules y justo en frente la iglesia  de Santa María in Cosmedín, con uno de los campanarios más altos de la Roma de la edad media, donde está la famosa Boca de la Verdad, una antigua máscara de barro (se cree que era una tapa de alcantarilla) de la que se dice que es capaz de reconocer a una persona mentirosa o infiel cuando introduce su mano dentro de la boca de esta escultura. Suele haber bastante cola para sacarse la famosa foto con el mascarón, de hecho pone que está prohibido sacar fotos y hay dos guardias allí vigilando, pero te dejan sacar una foto rápida o si quieres te la sacan ellos.


Cruzamos el río por el puente Palatino y llegamos a la zona de Trastévere, la zona más bohemia y con más vida nocturna de Roma debido a la gran cantidad de pubs que hay. Es una zona muy agradable para pasear al atardecer, entre sus callecitas estrechas llenas de tiendas y locales donde disfrutar de una copa, un gellati o lo que apetezca!

La plaza de Santa María es impresionante, amplia y llena de vida!! en ella está la Iglesia de Santa  María in Trastévere en cuyo interior hay un mosaico con la coronación de la virgen.


Para salir de Trastévere, cruzamos de nuevo el río, esta vez atravesando la Isola Tiberina, una pequeña isla en medio del Tíber que comunica con la otra orilla.

Dimos el paseo nocturno habitual, buscamos un sitio para cenar y volvimos exhaustos al hotel como cada noche.

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